Skip to main content
0

La moralidad frente a las emociones

El cuerpo es lugar donde esta escrita la historia de nuestra vida. El cuerpo almacena todas nuestras experiencias – ya sean experiencias dramáticas, buenas dichas, venturas o alegrías-.

Es en el inconsciente donde habita toda esta historia en su totalidad pero accesible a nuestro consciente solo en pequeñas dosis. Cuando emergen los sentimientos el cuerpo que nos posee es sabio y reacciona de inmediato. Al despertar las emociones suelen despertar los recuerdos reprimidos, todos ellos “encriptados” en millones de “células”. Es por ello que la mejor forma de “darnos cuenta” y la más inmediata a nuestras emociones, a nuestros conflictos, a nuestras carencias y sobre abundancias es nuestro propio cuerpo.

¡Amo a mis padres! pero no puedo defraudarlos. ¡No puedo quedar mal ! con mi cliente, con mi amigo, el confía en mí. Es cuando por encima de mi bienestar hago lo posible para cumplir las expectativas de los demás. La angustia emerge y recorre mi cuerpo, tal vez en forma de “ardor de estomago”, “migrañas”, “ansiedad”, “dolor lumbar” o casos más graves “depresión”. Mi cuerpo reacciona, la moral dominante contradice a mi cuerpo, a mis sentimientos y estos se presentan de forma “psicosomática”. Cuando una persona cree que siente lo que debe sentir y constantemente trata de no sentir suele caer enferma y paga esto con enfermedades ¿Qué hacer entonces?.

Los sentimientos auténticos no pueden forzarse. Están ahí, en todos nosotros y estos surgen siempre por algún motivo. El autoengaño es una forma de evitación de mis sentimientos, de mi verdad y esto solo hace incrementar mi malestar. El reconocimiento de estos sentimientos reales desligados de exigencias externas ya sean morales , culturales o sociales será lo que nos permitirá reconocer lo que somos llegando a nuestra esencia y no a la identidad creada por otros. Este es un primer paso para el cambio, la aceptación de lo que siento frente a lo que me han dicho que es lo correcto es respetarse a uno mismo. En ocasiones defraudar es darnos ese valor de vital importante para crecer como personas e integrarnos de forma sana a nuestro medio (familia, sociedad y mundo). Es esto lo que nos va a facilitar estar en armonía con el resto de personas, de esto modo nuestra lucha interna disminuye para dar paso a la reconciliación ( siendo auténticos con nosotros lo seremos con los demás).

Cómo el violín del violinista el cuerpo es el instrumento del actor, fundamental para nuestro trabajo en escena. Por ello el teatro es una vía indiscutible para el conocimiento de nuestras propias emociones. Nos hace más empáticos, responsables y humanos.

Recuerda…El cuerpo nunca miente.

Leave a Reply