«Negarse al amor por miedo a sufrir, es como negarse a vivir por miedo a morir”
Jim Morrison
La vulnerabilidad es la capacidad que poseemos para dejarnos afectar por lo que sucede a nuestro alrededor. No debe confundirse con debilidad, ya que implica ser sensibles, reconocer y
experimentar las emociones de manera auténtica.
En nuestra sociedad actual, tendemos a evitar la vulnerabilidad debido a los mensajes que nos instan a ser fuertes y a no mostrar miedo ni vergüenza. Sin embargo, al negar nuestra
vulnerabilidad, también estamos negando parte de nuestras emociones y, en última instancia, a nosotros mismos. Nos protegemos construyendo corazas emocionales que nos alejan de expresar
nuestras emociones y nos insensibilizan frente a ellas.
La fragilidad, por otro lado, conlleva una falta de resistencia o fortaleza, haciendo referencia a la tendencia a romperse fácilmente. Es importante diferenciarla de la vulnerabilidad, ya que esta
última nos permite conectarnos con nosotros mismos y con los demás. Es la actitud de estar abiertos, sentir y ser permeables a lo que nos sucede, lo que nos hace humanos.
La negativa a experimentar la vulnerabilidad nos lleva a cerrarnos y volvernos fríos y distantes. Al huir de la vulnerabilidad, también nos cerramos a recibir amor, afecto, empatía y compasión, así
como a establecer conexiones profundas con nosotros mismos y con los demás. Debemos recordar que todas las emociones, incluso las desagradables, son sanas, naturales y necesarias.
Reconocer nuestra vulnerabilidad, lejos de ser una debilidad, nos ofrece la oportunidad de ser auténticos y genuinos. Muestra valentía y madurez, y nos permite conectar con otros de manera
auténtica. La vulnerabilidad nos brinda la posibilidad de cuidarnos a nosotros mismos y de pedir ayuda cuando lo necesitamos. Es a través de nuestra vulnerabilidad que podemos experimentar el
verdadero crecimiento personal y establecer relaciones empáticas y cercanas. Mostrarnos tal y como somos, con nuestras inseguridades y emociones, es señal de fortaleza y una manifestación de
nuestra humanidad. La vulnerabilidad, lejos de ser evitada, debe ser abrazada y reconocida como
un regalo que nos permite vivir plenamente.
Alabama Laura Salido
Óscar Cortés – Teatro Terapéutico